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domingo, 27 de junio de 2010

Experiencias extrasensoriales de Cristian Santos


Corrían los años de 1990 en la exótica y controversial Cuba, tierra de la santería, poetas, músicos y revoluciones tropicales. Precisamente en esos espectaculares días de cambios políticos internacionales, se encontraba la poeta Cristian Santos llorando y quejándose inexplicablemente. Su hijo que la acompañaba, recuerda que le dijo: ¿Por qué lloras? ¿Qué te pasa madre?

Y ella se despertaba, luego volvía a caer dormida y volvía a llorar. Esto fue toda la noche, hasta que dos días después le avisaron que la Revolución Sandinista había perdido. Esta noticia no la podía aceptar. Para sus sentimientos políticos la victoria indiscutible era para Daniel Ortega; pero el aviso extrasensorial dos días antes, contrariamente le confirmaba la dolorosa primer derrota de su partido.

Fue entonces que descubrió el origen oniromántico de su brutal angustia y de su llanto quejumbroso. En años anteriores había tenido otra experiencia de testimonio extrasensorial con crédito político: Había soñado que su hermano Samuel estaba preso en una celda de las cárceles de Nicaragua.

Ella y su familia sabían que Samuel se encontraba en México estudiando.

Contrariamente a esto, días después Cristian confirmaba a través de las noticias que efectivamente Samuel se encontraba detenido en las ergástulas de Somoza.

“El endemoniado huracán Andrew” y el accidente...

Después de los años noventa, Cristian tuvo otra experiencia extrasensorial. En esta ocasión de carácter heliolática (atmosférica). Ella es creyente de las fuerzas místicas defensivas de la naturaleza. Su novela, poética y palabra grabada, avala esta apreciación. El llanto, los quejidos y entresueños volvieron a presentárseles, revela, pero con diferentes matices.

Ella se encontraba en Nicaragua y no sabía nada de lo que pasaría en esos días que decidió viajar a Miami. Hasta que descubrió por medio de la televisión "que el endemoniado huracán Andrew estaba golpeando sus costas". Este hecho automáticamente lo identificó como el agente causante de su angustia humana.

¿Cómo esta poeta puede presentir cosas que no han pasado aún?, es una de las preguntas que ella misma se hace sin obtener respuesta. Pero nos sigue revelando que sus extrañas experiencias parapsicológicas, incluyen visiones traumáticas sentidas en estados de trance insólitos y atemporales.

Cristian nos cuenta entre interrupciones y lapsos de olvidos momentáneos, que ha mirado interiormente accidentes que ocurrieron dos días después de haberlos percibidos. "Estas inexplicables visiones van acompañadas de sonidos reflejados sólo en los adentros de mi alma".

"Miré la imagen de una muchacha accidentada y manchas de sangre fresca de su cráneo dos días antes del trágico suceso automovilístico". Un joven se había accidentado a como lo había visto en su visión. Ese día del accidente llegó mi hija contándome que había visto lo que ella le había contado días pasados: "Mamá --me dice--, lo que vos me contastes hace dos días ocurrió exactito".

Tres suicidios escalonados

Otras de sus espectaculares visiones traumáticas están asociadas a tres casos de suicidios. "Esto me ocurrió una tarde cuando me encontraba caminando como una leona enjaulada, me tomé un té para calmarme y entré en un entresueño (trance); entonces miré tres visiones:

La primera se presentó como la cabeza de una mujer rubia que la mueve a una velocidad y se le ven los ojos en una desesperación horrorosa. Yo supe que esa persona en ese momento se había suicidado. Esto posteriormente me lo confirmó un amigo.

La segunda que veo es una enorme boca abierta con sangre reseca, negruzca pegada en los bigotes y la boca. Al comienzo pensaba que estaba relacionada a la primera visión, pero me di cuenta que no, cuando fui a otra vela reciente, donde me contaron que se había suicidado un amigo mío. Sin saber cómo se había suicidado le pregunté a una persona si había sido un balazo en la garganta. En efecto me contestó, confirmando la visión del balazo.

En la tercera visión no miré imágenes de personas, sino que percibí ondas eléctricas en movimientos altamente irregulares como de los que registra los cardiogramas en pacientes hipertensos, con una velocidad y angustia brutal. Después supe que se había suicidado un literato conocido. Le conté la visión a una amiga que había tenido amistad con él y me confirmó que él en esos días andada desesperado e incoherente, que parecía sismógrafo".

Mensajes de personas muertes

Otras de sus fuertes experiencias están relacionadas a personas que han muerto y que le han mandado mensajes. Por ejemplo, el caso de un pariente que después de haber muerto andaba rondando su casa le dejó un mensaje que decía: "Necesito que le digás a mi esposa que lo que tiene que hacer que lo haga, que está bien".

También nos relató que ella miró los nacimientos de sus nietos antes de ser gestados. Ella asegura que sabe de qué sexo van a ser y cuáles serán sus características físicas. También ha tenido experiencias de sanación lograda por medio de los campos energéticos positivos.

El trance es un estado de posesión

Según fuentes especializadas de la sociedad de psiquiatría norteamericana y europea, como el profesor Pierre Pichot, el psicólogo Juan Ibor y Manuel Valdés, estas experiencias o trances pueden ser categorizadas como "conductas disociativas no clasificadas y estereotipadas que están fuera del control de la persona".

En los adultos el trance de posesión consiste en la sustitución de la identidad por otra, atribuida a la influencia de un espíritu, poder, deidad u otra persona, nos comentó un psiquiatra, quien también ha atendido otros casos de experiencias extrasensoriales, espiritistas y de contactos extraños ocurridos a profesionales nicas, entre ellos, una prestigiada psicóloga.

El especialista clínico nos indicó que es importante ver los casos y valorar si se cumplen estos dos puntos:

1) Alteración temporal y significativa del nivel de conciencia, pérdida de la identidad personal sin que ésta se vea suplantada por cualquier otra identidad que se asocia al menos a uno de los siguientes síntomas:

Disminución de la capacidad para reconocer y ser consciente del entorno.

Atención selectiva a criterios de estímulos ambientales. Comportamiento o movimiento estereotipados que se experimentan como si fueran del propio control.

Estado disociativo

2) El estado de posesión se define como una alteración aislada o episódica del nivel de conciencia. Esta se caracteriza por la suplantación de la identidad habitual por otra diferente (la adivinatoria, perceptiva y de proyección).

En este caso la persona experimenta como si estuviera bajo el control de un agente que encarna la posesión. Este estado disociativo de trance viene acompañado de malestares clínicamente significativos.

Según él, agencias internacionales de investigación y centros especializados en fenómenos paranormales, contratan a estas personas con poderes extrasensoriales, para resolver casos de la ciencia y la criminología, dado las altas probabilidades con que aciertan. Se estima que sus rangos de aciertos (de percepción) van desde un 60 a 70 por ciento, que dan sorprendentemente con el blanco.

Los parapsicólogos estudian dos tipos de fenómenos: las percepciones paranormales y la telequinesia, (capacidad de mover objetos con el poder mental). En este campo también se investigan temas ocultistas, como la comunicación con el más allá, apariciones, poltergeist y los viajes astrales.
Fuente:END

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